En aquel momento la nombraron Leopoldo Lugones.
Nuestra casa tuvo épocas de luces y de sombras, y podríamos decir que tuvo una refundación de la mano de un grupo que por los años 80 y convocadas por el municipio se avocaron a devolverle su esplendor.
Hoy la biblioteca está a disposición de todo el pueblo
por una módica cuota y ofrece cientos de volúmenes para todos los gustos literarios.