¿Cómo fue la decisión importante de dejar el aula y dedicarte a tu emprendimiento?
Amo la docencia y cada niño que pasó por mi aula, siempre le entregué toda mi atención y
mi amor cada uno de mis alumnos, pero llegó un momento que quería hacer algo más y eso
era darle un vuelco a mi vida y dedicarme a este proyecto de hacer ropa, pero que mis
creaciones sean sustentables, reutilizables que significa esto que hago mis propios tintes
con agua de lluvia o realiza un proceso de esterilización del agua para que sea lo más
neutra posible y el color lo realizó con elementos que nos brinda la naturaleza por ejemplo
yerba, cáscara de cebolla, Vara de oro, semilla de palta entre otros y lo más importante que
no utilizo químicos para teñir las telas entonces esa agua puede volver a la naturaleza sin
provocar un impacto negativo.
Es así que con el apoyo de mi familia con 12 años de antigüedad en la docencia no tenía un
cargo efectivo todavía y tomé la decisión de renunciar al aula y dedicarme en tiempo fulltime a este proyecto.
Hacer ropa que genere el menor impacto posible al medio, es lo que hago y sigo por esta
línea, nos comenta.
Realiza sus prendas desde un pequeño espacio en su casa, comercializa por las redes
sociales, los desechos de tela los somete a un tratamiento con una máquina compactadora
que los desintegra.
Nos cuenta cómo empezó a trabajar y cuál es su proyección?
Empecé con lo que tenía hasta que logre comprarme mi primera máquina semi industrial,
luego con el Programa Nacional Gestión Empresarial logra presentar por intermedio del
municipio un proyecto en el cual se lo aprueban por un monto de 380.000 mil para la
compra de dos máquinas industriales las cuales solo me pude comprar dos semi
industriales por los aumentos pero de igual manera logramos incorporar estas importantes
herramientas para mi taller.
Y me proyecto a tener un espacio más grande para poder seguir trabajando y poder brindarle la posibilidad de trabajo a mujeres de la ciudad y crecer comercialmente.